La industria de la automoción ha cambiado mucho en los últimos años junto con la movilidad en general. Los tiempos están cambiando a tanta velocidad que todos los sectores relacionados con el automóvil deben permanecer en alerta y tener en cuenta las nuevas fórmulas de trabajo que van apareciendo día a día. Dentro de este mundo cambiante, hay cuatro tendencias en pleno auge que marcarán la movilidad del futuro.
Según los datos recogidos por multitud de consultoras, un importante crecimiento del mercado del vehículo eléctrico propiciado por la llegada de baterías de mayor capacidad y menor precio tendrá un importante crecimiento del mercado especialmente hasta 2025. Además, se ha dilucidado que en los últimos cuatro meses se ha incrementado la gestión de servicios relacionados con los coches propulsados por GLP, por lo que, a juicio de los comparadores, los talleres mecánicos deben tener en cuenta esta opción y adaptar sus herramientas y formación a este tipo de propulsión, aunque no este muy extendida.
Esta es una tendencia que no afecta solo al sector del automóvil. Las nuevas tecnologías han permitido el auge de la economía colaborativa que, en el mundo del automóvil, tiene su reflejo en los servicios de carsharing. Según fuentes de la Comisión Europea, la economía colaborativa generó un volumen de negocio por valor de 28.000 millones de euros en 2015. Está previsto que esta cantidad pueda alcanzar los 600.000 millones de euros durante los próximos años.
La conectividad es una realidad que ha revolucionado el mundo de la automoción y se basa en la integración de las nuevas tecnologías y las redes sociales para gestionar información y entretenimiento durante los trayectos. El crecimiento de puntos Wi-Fi, el “internet de las cosas”, etc. se traduce claramente en un flujo constante de clientes potenciales en constante búsqueda de servicios, productos e información. Por ello, la posventa debe dar el gran salto 2.0 y estar, también, permanentemente informada de las novedades.
El coche inteligente es, junto a la electrificación de los sistemas de propulsión, la próxima gran revolución que afrontará la industria de la automoción. Se prevé que entre 2020 y 2035 se habrán vendido más de 129 millones de coches autónomos, lo que se espera reduzca notablemente los accidentes de tráfico. Lógicamente, este cambio necesitará una adaptación de los talleres para dar servicio a este subsector.