Cuadros de Mando
Las empresas de reparación y mantenimiento de vehículos, se orientaban a una producción en serie, dirigida a los clientes de forma masiva, y el éxito de su gestión, básicamente, era medido por sus resultados contables y financieros. Estos indicadores se refieren al pasado, y no al presente o futuro de la empresa.
En la actualidad se ha producido un cambio radical con respecto a la introducción de la tecnología en todos los aspectos de la vida. Esta situación alcanza también y de manera muy sustancial la realidad de las empresas. Tanto es así que aquellas que no se van adaptando a estas nuevas formas de trabajar y que no introducen mejoras están destinadas a perder competitividad y hasta pueden llegar a desaparecer. En ese proceso las empresas deben asumir que la innovación afecta a todas sus áreas funcionales, desde la del diseño y el desarrollo de bienes y servicios, la comunicación y el marketing, hasta la internacionalización, los recursos humanos, los procesos o la gestión empresarial. Las empresas necesitan una visión a largo plazo, donde la medición de la gestión contable y financiera es apenas un aspecto de los tantos que necesitan ser considerados, evaluados y medidos.
Para llenar esta necesidad, se hace necesario la utilización de una herramienta de gestión llamada Cuadro de Mando Integral (CMI), que permite establecer unos objetivos medibles desde la perspectiva financiera, de los clientes, de los procesos internos y de aprendizaje y crecimiento de la organización.
De un modo genérico, los beneficios principales derivados de esta herramienta pueden resumirse en los siguientes:
- Conocer las actividades y estrategias susceptibles de crear una ventaja competitiva en la empresa.
- Mejorar la gestión interna.
- Incrementar el grado de satisfacción de los clientes.
- Adaptar el precio al valor del producto percibido por el cliente.
- Analizar la evolución de los propios costes de la empresa y de sus competidores, implicando una labor de vigilancia.
- Anticiparse en el mercado, ya que los productos y servicios se adaptan a los atributos que valoran los clientes.